martes, 14 de febrero de 2023

La importancia de ser estricto con tu hijo.

 

Es común que los padres reciban comentarios sobre cómo están educando a sus hijos, a veces los comentarios se enfocan en la importancia de ser flexibles, mientras que otras por ser autoritarios. Son muchos los padres que piensan que cuando se tiene una crianza estricta en casa, los niños tendrán un mejor comportamiento y su educación será la correcta. Pero la realidad es otra muy diferente, ya que los niños no necesitan autoridad negativa ni castigos para poder comportarse bien, una crianza demasiado estricta sólo hará que los niños tengan baja autoestima y que se creen problemas de conducta, es decir, todo lo que se quiere evitar con un estilo de padres autoritario y estricto, es lo que se consigue.



Esto puede generar una serie de consecuencias:

1. No interiorizan responsabilidad. Los límites en exceso harán que los niños no puedan controlar su comportamiento por ellos mismos, por lo que no podrán aprender a auto regularse.
Las reglas exageradas sólo conseguirán que los niños se resistan a cumplirlas y a asumir la responsabilidad por sí mismos. La auto disciplina sólo se consigue con unos límites basados en el cariño y en el respeto, y nunca en la imposición.

2. Baja autoestima. La autoestima baja o el tener complejos aparece debido a la sensación de que no están siendo escuchados por sus padres en ningún momento, piensan que su opinión no importa ni que se respetan sus ideas. Parece que lo que tienen que decir no es importante.

3. Los niños se pueden convertir en agresores. Los niños aprenden y viven lo que ven, por lo que si aprenden a que deben temer para hacer las cosas bien aprenderán a intimidar a los demás para poder conseguir lo que quiere. Si le gritas, gritará, si usas la fuerza, él también lo hará.

4. No podrán confiar en los demás. La confianza básica en los padres es un esencial para que exista un buen vínculo entre padres e hijos, si no existe esta confianza a los niños les costará poder creer en los demás, algo que perjudicará seriamente sus habilidades sociales. Los niños pensarán que para que sus padres les quieran deben ganar estableciendo normas y límites, por lo que podrán pensar que todo el mundo es egoísta y que todo tiene un precio.

5. Actitud pasiva ante la vida. Es posible que los niños tengan una actitud pasiva ante la vida y que por tanto no se tome la responsabilidad como algo importante. Los niños aprenden con un estilo de crianza estricto a que todo el mundo tiene su lugar fijo y adoptan una actitud de sumisión ante líderes o sistemas de autoridad. Sienten que no son responsables de su propia vida.

6. Tendencia a la ira y a la depresión. Este estilo de crianza autoritaria hará que los niños sientan que sus pensamientos no son valorados y que sus padres no están a su lado para manejar los sentimientos difíciles ni para que aprendan a comportarse bien. Al sentirse solos y abandonados emocionalmente pueden tener a la ira y a la depresión.

7. Son más rebeldes. Existen estudios que demuestran que los niños que son criados con un estilo de crianza estricto se enfadan más y son más rebeldes cuando llegan a la adolescencia por no poder tener las herramientas necesarias para auto regular las emociones y la conducta. Los jóvenes se comportarán de forma exagerada cuando crean que alguien está tratando de decirles qué es lo que tienen que hacer.

A continuación mostraré un ejemplo de una persona que ha tenido padres estrictos:




Por otro lado, con esto no quiero decir que ser estricto sea significado de ser mala madre o padre, siempre y cuando haya un equilibrio.

Para educar de una manera adecuada, hay que considerar 3 puntos claves:

1. Establecer reglas simples. Estas normas deben de adecuarse, dependiendo de la edad de los niños, ya
que conforme crecen son más independientes y conscientes de su entorno. Se deben empezar con reglas sencillas, como poner los juguetes en su lugar, lavarse las manos antes de comer y respetar el horario para dormir .

2. Enseñar con firmeza y respeto. Y la convivencia diaria, los niños tienen responsabilidad; cuando
empiezan a tener una respuesta o actitud negativa, es necesario tener seguridad para dirigirse hacia ellos y explicarle la importancia de hacer las cosas. De esta manera, hay apertura al diálogo, hay claridad y se educa con base en la regla.

3. Respetar las reglas. En muchas ocasiones, los padres son los primeros en dejar de cumplir las normas. Por qué no quieren ser exigentes, pero esto provoca que los niños comprendan que está bien no respetar las reglas, que las reglas no importan y, sobre todo, el grado de respeto y confianza hacia los padres, disminuye porque están demostrando que no tienen palabra.

Respecto al corto que voy a dejar a continuación, quiero hacer un pequeño comentario de texto hablando al respecto:

El filósofo y profesor Gregorio Luri propone reflexionar sobre la libertad a este grupo de jóvenes.
"Casi todo lo que hago, a mis padres les parece mal" o "Consumo alcohol pero ellos no lo
 ", ¿se sienten identificados los adolescentes con estas afirmaciones que propone Luri ¿Cómo influye la confianza con sus padres en la libertad de los hijos? El corto muestra la visión generacional de los adolescentes de hoy sobre grandes temas como el amor, la libertad, la amistad, los miedos... entre muchos otros, preguntan y comparten sus reflexiones y dilemas con los jóvenes. Un espacio para el diálogo que se aleja de los estereotipos para escucharles en primera persona y descubrir qué piensan, cómo sienten y qué les preocupa.



https://youtu.be/Vm9QWiXPSS4

Por último, dejó unas preguntas para que reflexionéis sobre el tema:

1. ¿Alguno de aquí ha tenido o tiene el caso de tener padres estrictos? ¿Qué ha sentido en su
caso?
2. ¿Consideráis que está bien el hecho de ser padres estrictos para la educación de vuestros
hijos?
3. ¿Creéis que en lo estricto está el respeto?
4. ¿Creéis que el hecho de tener padres estrictos puede influir académicamente en los hijos?
5. Hablando académicamente, ¿En algún momento de vuestra vida os habéis esforzados más
por vosotros mismos o por complacer a vuestros padres y que se sientan orgullosos de
vosotros?
6. ¿Habéis tenido el caso de esforzaros mucho para recibir el típico comentario “es tu deber/
obligación?
7. ¿Creéis que esto de alguna forma puede afectar a vuestra motivación?
8. ¿Alguna vez vuestros padres os han querido revisar vuestro teléfono por “vuestra seguridad”?
¿Pensáis que está es una forma adecuada de confiar en vosotros y vosotros en ellos?
9. ¿Sentís la confianza suficiente como para contarle a vuestros padres cualquier cosa?
10. ¿Hacéis algo que dejaríais de hacer si vuestros padres estuvieran delante?

En conclusión, no es bueno ser unos padres extremadamente estrictos, ni unos padres extremadamente liberales. En el equilibrio está la calma, y esto sería lo adecuado.



Ángela Ramírez

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